Primero los pobres y la seguridad.
Por: Alejandro Núñez
La política económica que se planteó desde el 2018 a la fecha da muestra que ha fracasado con los resultados obtenidos con la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que reveló que en el país se suman otros 3.8 millones de nuevos pobres.
De acuerdo con las estadísticas del Coneval, México paso de los 51.9 millones de pobres en 2018 a 55.7 millones en 2020; también, se agregaron lamentablemente al país 2.1 millones de personas en pobreza extrema.
El presidente López en 2018 cuando llego al poder su lema era “primero los pobres”, pero la realidad es que los ha dejado a su suerte. El Gobierno que beneficiaría más a los menos aventajados, ha beneficiado mayormente a la clase alta.
“Primero los pobres” han sido los primeros en ser afectados como en el caso de las inundaciones en Villahermosa, Tabasco, en donde el presidente López prefirió inundar las zonas donde viven lo más pobres.
“Primero los pobres” fueron en sufrir los estragos que trajo consigo la pandemia en aspectos de salud, incrementando hasta un 40 por ciento sus gastos en salud en hospitales privados y en economía al quedarse sin trabajo debido a los cierres de empresas que ya no pudieron soportar los gastos y a las que no se les apoyo de ninguna forma con incentivos fiscales el gobierno federal, los cuales en todo caso terminarían impactando en el bolsillo de los más pobres.
Recientemente se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH), en la cual dentro de los datos más sobresalientes se indica que los programas sociales del gobierno federal solo benefician a un 32 por ciento de la población en situación de pobreza, incomparable con los “otros datos” que presenta el presidente AMLO de un 95 por ciento de cobertura; los programas sociales han aumentado entre los más ricos y disminuido entre los más pobres.
Es evidente que algo o todo no se esta haciendo bien; la realidad de nuestro país se debe aterrizar a través de políticas públicas especificas. Esto no se debe solo a un factor, sino a múltiples. Pero lo principal es que existe una falsa apreciación de como abordar los problemas nacionales.
La centralización de facultades y recursos del gobierno federal, la desaparición de programas como PROSPERA, FORTASEG, Seguro Popular, desaparición de fideicomisos y la creación de los actuales programas sociales, han empeorado la situación social y económica de millones de mexicanos.
En el caso de nuestra ciudad, la realidad social, cultural, política y económica es muy diferente a la del resto del país; Juárez, se caracteriza entre otras cosas, por dar hospitalidad a cualquier persona proveniente de otro lugar. Lo lamentable de nuestra frontera es que históricamente ha sido manchada con sangre derivado de la lucha de los cárteles de la droga por el control de la plaza.
En Juárez también, primero los pobres han sido los más lastimados; “primero los pobres” han sido los principales reclutas de las bandas del crimen organizado, especialmente niños y jóvenes que ante el abandono por parte del gobierno y de la sociedad; han buscado un lugar en donde satisfacer su “sentido de pertenencia” y también, en donde obtener un ingreso. Las organizaciones sociales que desarrollaban proyectos para llevar a cabo programas de prevención del delito y la delincuencia fueron afectadas con el recorte o desaparición de los fondos para seguir operando en nuestra ciudad.
Será interesante ver que resulta de la próxima visita presidencial, porque a pesar de la presencia de la Guardia Nacional en nuestras calles no ha cambiado en nada la percepción y sensación de inseguridad por parte los ciudadanos que día a día padecemos de este gran problema.
